Procesos de la cirugía maxilofacial

La cirugía maxilofacial abarca una variedad de procedimientos que pueden implicar tanto tejidos blandos (encías, piel, músculos) como tejidos duros (huesos de la mandíbula y cara). Aunque los detalles específicos de cada cirugía varían según la afección a tratar, los procesos generales de la cirugía maxilofacial suelen incluir las siguientes etapas:

1. Evaluación y diagnóstico

El primer paso es una evaluación detallada del paciente. Esto incluye:

  • Examen clínico: El cirujano revisa la estructura facial, la mandíbula y la cavidad oral.
  • Imágenes diagnósticas: Radiografías, tomografía computarizada (CT) o resonancia magnética (MRI) para obtener una visión clara de los huesos y tejidos afectados.
  • Historia médica: Evaluación de la salud general del paciente y su historial médico para identificar factores que puedan afectar el éxito de la cirugía, como enfermedades crónicas, hábitos como fumar o la toma de medicamentos.

2. Planificación quirúrgica

Una vez que se tiene un diagnóstico claro, el cirujano planifica el procedimiento. En algunos casos, puede ser necesaria la colaboración con otros especialistas, como dentistas, ortodoncistas o oncólogos, según la complejidad del caso. La planificación puede incluir:

  • Modelos tridimensionales: En cirugías complejas, se utilizan imágenes en 3D o modelos físicos para simular el procedimiento.
  • Ortodoncia previa: En cirugías ortognáticas (para corregir la mordida), puede ser necesario el uso de aparatos ortodónticos antes de la cirugía para preparar los dientes y las mandíbulas.

3. Anestesia

Antes de la cirugía, se administrará algún tipo de anestesia. Dependiendo del tipo de procedimiento y de la complejidad:

  • Anestesia local: Utilizada para procedimientos menores o más simples.
  • Anestesia general: Utilizada en cirugías más complejas, en las que el paciente estará completamente dormido durante todo el proceso.
  • Sedación intravenosa: Una alternativa para pacientes que necesitan estar relajados pero no completamente dormidos.

4. Cirugía

La intervención varía según el tipo de cirugía maxilofacial que se realice. A continuación, se describen algunos procedimientos comunes:

a) Cirugía ortognática

  • Se realiza para corregir la mordida y alinear las mandíbulas. El cirujano corta y reposiciona el hueso maxilar (superior) o la mandíbula (inferior), o ambos, para colocarlos en la posición adecuada.
  • Se utilizan placas y tornillos de titanio para mantener los huesos en su nueva posición durante la cicatrización.

b) Extracción de muelas del juicio

  • Se realiza cuando las muelas del juicio están impactadas o crecen en una posición incorrecta, causando dolor o infecciones.
  • El cirujano realiza una incisión en la encía para acceder al diente, lo extrae y luego sutura la herida.

c) Implantes dentales

  • Implica la colocación de un tornillo de titanio en el hueso maxilar o mandibular para reemplazar la raíz de un diente perdido.
  • Posteriormente, una corona dental se coloca sobre el implante una vez que el hueso ha cicatrizado y se ha integrado con el implante (proceso de osteointegración).

d) Cirugía reconstructiva

  • Tras un traumatismo o extirpación de tumores, el cirujano puede realizar injertos óseos o de tejido blando para reconstruir la zona afectada.
  • En casos graves, puede ser necesario tomar hueso de otras áreas del cuerpo (injertos óseos autólogos) para reparar las áreas dañadas.

e) Cirugía para trastornos de la articulación temporomandibular (ATM)

  • Se pueden realizar procedimientos menores, como la artrocentesis (lavado articular), o cirugías más complejas para reparar o reemplazar la articulación si está gravemente dañada.

5. Postoperatorio inmediato

Después de la cirugía, el paciente es monitoreado cuidadosamente. Los pasos comunes del cuidado postoperatorio inmediato incluyen:

  • Recuperación de la anestesia: El paciente es llevado a una sala de recuperación hasta que los efectos de la anestesia desaparezcan.
  • Control del dolor: Se prescriben analgésicos para controlar las molestias postoperatorias.
  • Hinchazón y cuidado de las incisiones: La hinchazón es normal y puede durar varios días. Se colocan apósitos o vendajes, y se puede aplicar hielo en la zona para reducir la inflamación.

6. Cuidado postoperatorio en casa

El paciente recibe instrucciones detalladas para el cuidado en casa, que incluyen:

  • Reposo: Evitar actividades intensas durante los primeros días.
  • Dieta: Ingesta de alimentos blandos o líquidos, especialmente en cirugías que afecten la mandíbula o la boca.
  • Higiene oral: Mantener una buena higiene oral evitando las zonas de sutura o incisión, utilizando enjuagues bucales antibacterianos si es necesario.
  • Medicamentos: Seguir tomando los medicamentos recetados, como antibióticos y antiinflamatorios, para prevenir infecciones y reducir la inflamación.

7. Seguimiento y recuperación a largo plazo

El paciente deberá acudir a consultas de seguimiento para que el cirujano evalúe la cicatrización y el éxito de la cirugía. En algunos casos, como los implantes dentales o la cirugía ortognática, el proceso de recuperación puede durar varios meses:

  • Retiro de puntos: Si se colocaron suturas, el dentista o cirujano las retirará en una visita posterior.
  • Rehabilitación: En algunos casos, es necesario realizar terapia física o ejercicios para restaurar completamente la función mandibular.
  • Ajustes posteriores: En procedimientos como los implantes dentales, una vez que el implante ha cicatrizado correctamente, se coloca la corona dental definitiva.

8. Complicaciones posibles

Aunque la mayoría de las cirugías maxilofaciales se realizan sin complicaciones, es importante estar atento a posibles problemas postoperatorios, como:

  • Infecciones.
  • Sangrado excesivo.
  • Problemas de cicatrización.
  • Dolor persistente o problemas de movilidad mandibular.