Diagnostico Disfunción de ATM – Dolor Mandibular

El diagnóstico de la disfunción de la articulación temporomandibular (ATM) o dolor mandibular se realiza mediante una combinación de evaluación clínica, historial médico y, en algunos casos, pruebas de diagnóstico por imágenes. El objetivo es identificar la causa subyacente del dolor y determinar el tratamiento adecuado.

Pasos para el diagnóstico:

1. Historia clínica detallada:

  • Síntomas: El médico o dentista revisará los síntomas del paciente, como dolor en la mandíbula, chasquidos, limitación en los movimientos, dolores de cabeza, entre otros.
  • Hábitos: Preguntará sobre hábitos como apretar o rechinar los dientes (bruxismo), masticar chicle con frecuencia o cualquier trauma o lesión en la mandíbula.
  • Estrés y estilo de vida: Factores emocionales o de estrés que puedan estar relacionados con la tensión mandibular.

2. Examen físico:

  • Palpación de la mandíbula y músculos faciales: El profesional palpará la articulación temporomandibular y los músculos de la mandíbula para detectar signos de dolor, sensibilidad, inflamación o tensión muscular.
  • Movimiento de la mandíbula: Se observará cómo el paciente abre y cierra la boca, buscando rangos limitados de movimiento, chasquidos, crujidos o bloqueos.
  • Alineación de los dientes y mordida: Se examinará cómo encajan los dientes y si hay desalineación que pueda contribuir a la disfunción.

3. Pruebas de imagen:

  • Radiografías dentales: Permiten evaluar los huesos de la mandíbula y los dientes para descartar fracturas o problemas óseos.
  • Tomografía computarizada (TC): Proporciona imágenes más detalladas de los huesos de la ATM, permitiendo detectar problemas estructurales o lesiones.
  • Resonancia magnética (RM): Útil para visualizar el disco articular y los tejidos blandos de la ATM. Puede detectar desplazamientos del disco o inflamaciones en la articulación.
  • Artrografía: Es una técnica que utiliza un medio de contraste inyectado en la ATM para obtener imágenes más claras de los movimientos de la articulación.

4. Pruebas adicionales:

  • Electromiografía (EMG): Esta prueba mide la actividad eléctrica de los músculos faciales y de la mandíbula para detectar tensión anormal o espasmos musculares.
  • Artroscopía: En algunos casos, el médico puede recomendar una artroscopía, que es un procedimiento mínimamente invasivo en el que se introduce una pequeña cámara en la ATM para observar directamente la articulación y evaluar posibles daños internos.

5. Evaluación de factores psicológicos:

  • Dado que el estrés y la ansiedad son factores que pueden agravar o causar disfunciones de la ATM, el médico puede evaluar estos aspectos para considerar un tratamiento integral.

Diagnóstico diferencial:

El profesional también tratará de descartar otras condiciones que pueden causar síntomas similares, como:

  • Infecciones del oído.
  • Artritis reumatoide.
  • Dolor dental o problemas de sinusitis.
  • Trastornos neurológicos que puedan afectar los músculos faciales.

Conclusión:

Una vez realizado el diagnóstico, el médico o dentista podrá diseñar un plan de tratamiento personalizado. En algunos casos, se puede derivar a un especialista en disfunciones de la ATM, un ortodoncista, o incluso un fisioterapeuta para manejar la condición.