Tratamiento Labio y Paladar Fisurado

El tratamiento para el labio y paladar fisurado es multidisciplinario y se planifica en varias etapas, dependiendo de la severidad de la malformación. Generalmente, involucra un equipo de especialistas, incluidos cirujanos, ortodoncistas, otorrinolaringólogos, terapeutas del habla y psicólogos, para abordar los diversos aspectos de la condición.

Principales etapas del tratamiento:

  1. Cirugía: La corrección quirúrgica es el tratamiento principal para el labio y paladar fisurado y suele realizarse en varias etapas:
    • Reparación del labio fisurado: Generalmente se realiza cuando el bebé tiene entre 3 y 6 meses de edad. La cirugía une los tejidos del labio para restaurar su función y mejorar la apariencia facial. El procedimiento suele dejar una cicatriz pequeña, que se atenúa con el tiempo.
    • Reparación del paladar fisurado: Se realiza entre los 9 y 18 meses de edad, dependiendo del caso. La cirugía cierra la fisura en el paladar para mejorar la alimentación y prevenir problemas futuros con el habla. Puede ser necesaria una segunda cirugía si el paladar no cicatriza adecuadamente.
    • Revisiones adicionales: En algunos casos, se pueden necesitar cirugías adicionales más adelante para mejorar la apariencia del labio, corregir cicatrices o realizar injertos óseos en el maxilar superior para ayudar con el crecimiento dental.
  2. Alimentación y nutrición: Antes de la cirugía, los bebés con paladar fisurado pueden tener dificultades para alimentarse. Para esto se pueden utilizar biberones y tetinas especiales que faciliten la succión y eviten que la leche pase hacia la cavidad nasal. En algunos casos, se emplean técnicas de alimentación asistida.
  3. Terapia del habla: Muchos niños con paladar fisurado necesitan terapia del habla para aprender a articular correctamente los sonidos. La fisura en el paladar puede afectar el desarrollo del lenguaje y causar dificultades en la pronunciación o producir una voz nasal.
    • La terapia suele iniciarse cuando el niño empieza a hablar y puede continuar durante varios años, según el progreso.
  4. Cuidados auditivos: Debido al riesgo de infecciones recurrentes del oído medio (otitis media), algunos niños pueden requerir tubos de ventilación o drenajes timpánicos para evitar la acumulación de líquido en el oído y prevenir la pérdida de audición. Estos procedimientos son realizados por un otorrinolaringólogo.
  5. Ortodoncia y cirugía maxilofacial: Los problemas dentales son comunes en niños con labio y paladar fisurado. El tratamiento ortodóntico puede comenzar en la niñez para corregir la alineación dental y el crecimiento anormal de los huesos maxilares.
    • A veces se realiza una cirugía ortognática (cirugía de los huesos faciales) en la adolescencia para alinear correctamente los maxilares y mejorar la función masticatoria y la estética facial.
  6. Apoyo psicológico: El impacto emocional y social de tener una fisura puede ser significativo, tanto para el niño como para los padres. El apoyo psicológico y la intervención temprana pueden ser útiles para ayudar al niño a desarrollar una imagen corporal saludable y enfrentar cualquier desafío emocional, como el acoso escolar.
  7. Rehabilitación dental: Los niños con labio y paladar fisurado pueden tener dientes faltantes, malformados o desplazados. En estos casos, se pueden utilizar prótesis dentales o realizar injertos óseos para mejorar la estructura dental y preparar el área para implantes en la edad adulta.

Plan de seguimiento:

El tratamiento del labio y paladar fisurado es un proceso a largo plazo que puede durar varios años, con revisiones periódicas y tratamientos adicionales a medida que el niño crece. El equipo médico coordina todas las áreas del tratamiento para asegurar que el niño reciba atención integral y un seguimiento adecuado.

Con un enfoque temprano y especializado, muchos niños con labio y paladar fisurado pueden llevar vidas saludables, con una mejora significativa en su apariencia, habla y bienestar general.