Cirugía Oral

La cirugía oral es una rama de la odontología que se ocupa del diagnóstico y tratamiento quirúrgico de diversas condiciones y enfermedades que afectan la boca, los dientes, las encías, los maxilares y los tejidos circundantes. Esta especialidad abarca una amplia gama de procedimientos, que van desde intervenciones simples hasta operaciones complejas.

  • Cirugía de terceras molares (Muela del juicio)
  • Cirugía de dientes Incluidos
  • Cirugía de frenillo lingual y labial
  • Infecciones dentales y de los maxilares
  • Infecciones del seno maxilar
Cirugía Oral

Cirugía de terceras molares (Muela del juicio)

La cirugía de terceras molares se refiere a la extracción quirúrgica de las muelas del juicio, que son los terceros molares ubicados en la parte posterior de la boca. Estas muelas suelen erupcionar entre los 17 y 25 años de edad, pero a menudo no tienen suficiente espacio para salir adecuadamente, lo que puede causar problemas.

Las muelas del juicio pueden estar:

  1. Incluidas o impactadas: No erupcionan correctamente porque están bloqueadas por otros dientes o por la falta de espacio.
  2. Parcialmente erupcionadas: Solo una parte de la muela sale a través de las encías, lo que facilita la acumulación de bacterias y aumenta el riesgo de infecciones.
  3. Erupcionadas de forma incorrecta: Pueden salir en un ángulo incorrecto, presionando otros dientes, lo que provoca dolor o problemas de alineación.

La extracción de las terceras molares suele recomendarse en los siguientes casos:

  • Dolor o incomodidad.
  • Infección recurrente en las encías alrededor de las muelas del juicio.
  • Daño a otros dientes, causado por la presión de las muelas.
  • Formación de quistes o tumores.
  • Problemas ortodónticos: Las muelas del juicio pueden mover otros dientes y desalinear una sonrisa previamente tratada.

La cirugía se realiza comúnmente bajo anestesia local o sedación, dependiendo de la complejidad del caso y del nivel de comodidad del paciente. El procedimiento implica la extracción de una o más muelas del juicio y puede requerir una pequeña incisión en las encías o la eliminación de hueso circundante si la muela está impactada.

Después de la cirugía, el paciente puede experimentar hinchazón, dolor y molestias que suelen manejarse con medicamentos y cuidados postoperatorios adecuados.

Cirugía de terceras molares (Muela del juicio)

Cirugía de dientes Incluidos

La cirugía de dientes incluidos es un procedimiento quirúrgico que se realiza para extraer o ayudar a la erupción de dientes que no han salido adecuadamente a través de las encías. Un diente incluido es aquel que permanece atrapado o «incluido» en el hueso maxilar o mandibular, lo que impide su erupción normal en la boca.

Este problema puede afectar a cualquier diente, aunque es más común en las muelas del juicio (terceros molares) y en los caninos superiores, que son dientes importantes para la estética y la función de la mordida.

Causas de los dientes incluidos:

  • Falta de espacio en el arco dental para que el diente salga.
  • Posición incorrecta del diente dentro del hueso, que puede estar inclinado, horizontal o en una posición que dificulta su erupción.
  • Obstrucción por otros dientes o estructuras anatómicas.
  • Factores genéticos, que predisponen a que ciertos dientes no erupcionen correctamente.

Indicaciones para la cirugía de dientes incluidos:

  • Dolor o incomodidad debido a la presión que el diente incluido ejerce sobre los dientes vecinos o las encías.
  • Infecciones recurrentes en las encías alrededor del diente incluido.
  • Daño en otros dientes por el desplazamiento causado por el diente impactado.
  • Formación de quistes o tumores alrededor del diente no erupcionado.
  • Ortodoncia: En algunos casos, se realiza la cirugía para exponer un diente incluido y ayudar a su erupción con aparatos ortodónticos.

Procedimiento de la cirugía:

La cirugía de un diente incluido se realiza generalmente bajo anestesia local o sedación. El procedimiento puede involucrar lo siguiente:

  1. Incisión en las encías: Se realiza una pequeña incisión para acceder al diente que está dentro del hueso.
  2. Eliminación del hueso: Si el diente está completamente atrapado en el hueso, puede ser necesario retirar una pequeña porción de hueso circundante para liberar el diente.
  3. Extracción o exposición del diente: Dependiendo del caso, el diente puede extraerse por completo (como en las muelas del juicio) o exponerse parcialmente para que, con ayuda de ortodoncia, pueda erupcionar.

Recuperación:

Después de la cirugía, los pacientes pueden experimentar hinchazón, dolor o molestias en el área tratada. Estos síntomas se manejan con medicamentos para el dolor y cuidados postoperatorios, como mantener una buena higiene oral y evitar alimentos duros o calientes.

La cirugía de dientes incluidos es un procedimiento común en cirugía oral, especialmente cuando el diente afectado puede provocar problemas más serios si no se trata.

Cirugía de dientes Incluidos

Cirugía de frenillo lingual y labial

La cirugía de frenillo lingual y labial es un procedimiento quirúrgico que se realiza para corregir alteraciones en los frenillos que pueden afectar la función y el desarrollo normal de la boca. El frenillo es una pequeña banda de tejido que conecta los labios o la lengua con las encías y el hueso subyacente.

Existen dos tipos de frenillos que comúnmente requieren intervención quirúrgica:

  1. Frenillo lingual: El tejido que conecta la parte inferior de la lengua con el piso de la boca.
  2. Frenillo labial: El tejido que conecta el labio superior o inferior con las encías.

1. Cirugía de frenillo lingual (frenectomía o frenotomía lingual):

El procedimiento se realiza cuando el frenillo lingual es demasiado corto o grueso, lo que causa una condición llamada anquiloglosia o «lengua atada». Esta condición puede restringir el movimiento de la lengua, lo que puede generar dificultades en:

  • La lactancia en bebés.
  • La pronunciación de ciertos sonidos y el desarrollo del habla.
  • La masticación y la deglución.
  • La higiene oral, ya que dificulta la limpieza adecuada de los dientes.

2. Cirugía de frenillo labial (frenectomía labial):

La cirugía del frenillo labial se indica cuando el frenillo es demasiado grande o está mal posicionado, lo que puede causar problemas como:

  • Diastema: Un espacio excesivo entre los dientes frontales superiores o inferiores, comúnmente en los incisivos centrales.
  • Problemas en la lactancia o alimentación en bebés.
  • Irritación de las encías, que puede llevar a inflamación o malestar.
  • Dificultades para cerrar completamente los labios, lo que puede afectar la estética facial y la salud oral.

Procedimiento de la cirugía:

El procedimiento puede realizarse tanto en niños como en adultos, dependiendo de la necesidad. La cirugía suele ser rápida y se puede hacer bajo anestesia local, aunque en bebés o niños pequeños puede usarse sedación leve.

Proceso:

  • Frenotomía: Es un procedimiento menor donde el frenillo se corta con un láser o bisturí para liberar el tejido y mejorar la movilidad. Se suele utilizar en casos leves.
  • Frenectomía: Se refiere a la eliminación total o parcial del frenillo. Este procedimiento es más común cuando el frenillo causa problemas funcionales o estéticos severos.

Recuperación:

Después de la cirugía, el paciente puede experimentar algo de molestia o inflamación leve en el área tratada. Sin embargo, la recuperación es rápida, y el dolor suele ser mínimo. En el caso de la cirugía con láser, el tiempo de cicatrización suele ser más corto y las complicaciones postoperatorias, como el sangrado, son menos frecuentes.

Beneficios de la cirugía:

  • Mejora la movilidad de la lengua o los labios.
  • Facilita la lactancia en los bebés.
  • Corrige problemas del habla y deglución.
  • Ayuda a corregir diastemas en combinación con ortodoncia.
  • Evita la irritación de las encías y mejora la higiene oral.

Este tipo de cirugía es muy común en la odontopediatría y la cirugía oral, y proporciona resultados efectivos en la mejora de la función oral y el desarrollo normal del paciente.

Infecciones dentales y de los maxilares

Las infecciones dentales y de los maxilares son condiciones médicas que ocurren cuando bacterias invaden los tejidos dentales o las estructuras óseas de la mandíbula, causando inflamación, dolor y otros síntomas asociados. Estas infecciones pueden ser graves si no se tratan adecuadamente, y pueden extenderse a otras áreas del cuerpo.

Tipos comunes de infecciones dentales y de los maxilares:

  1. Absceso dental: Es una acumulación de pus causada por una infección bacteriana en el diente o las encías. Suele ser el resultado de una caries dental no tratada, una enfermedad de las encías o un traumatismo dental. El absceso puede formarse en la raíz del diente o en el tejido que lo rodea.
    • Síntomas: Dolor intenso, hinchazón, sensibilidad al calor/frío, mal sabor en la boca, fiebre, y en algunos casos, dificultad para abrir la boca.
  2. Celulitis dental: Es una infección bacteriana grave que se disemina a los tejidos blandos alrededor de un diente o de la mandíbula. Esta afección puede avanzar rápidamente y causar inflamación generalizada en la cara y el cuello.
    • Síntomas: Hinchazón en la cara, dolor severo, fiebre, dificultad para abrir la boca o tragar.
  3. Osteomielitis mandibular: Es una infección del hueso de la mandíbula, generalmente causada por bacterias que ingresan desde una infección dental severa. Esta condición puede destruir el hueso si no se trata a tiempo.
    • Síntomas: Dolor profundo en la mandíbula, fiebre, inflamación, y pérdida de la función de la mandíbula.
  4. Pericoronitis: Es la inflamación de los tejidos alrededor de un diente parcialmente erupcionado, comúnmente una muela del juicio. Las bacterias pueden acumularse debajo del colgajo de la encía que cubre parcialmente el diente.
    • Síntomas: Dolor localizado, inflamación de las encías, mal aliento y, en casos graves, fiebre e hinchazón de la mandíbula.

Causas comunes:

  • Caries: La caries no tratada puede llegar a la pulpa del diente, causando infección.
  • Traumatismo dental: Un diente roto o agrietado puede permitir la entrada de bacterias.
  • Enfermedad periodontal: La inflamación de las encías puede avanzar a una infección severa.
  • Extracciones o cirugías dentales mal curadas: Infecciones que se desarrollan en el sitio quirúrgico.

Tratamiento:

  • Antibióticos: Para combatir la infección bacteriana.
  • Drenaje del absceso: En el caso de acumulación de pus, puede ser necesario un procedimiento para drenarlo.
  • Tratamiento de conducto (endodoncia): Para eliminar la infección en la raíz de un diente.
  • Extracción dental: En algunos casos, el diente infectado debe ser removido.
  • Cirugía: Para casos más avanzados, como osteomielitis, puede ser necesaria una cirugía para remover el tejido infectado.

Es importante tratar las infecciones dentales rápidamente, ya que, si no se atienden, pueden diseminarse y causar complicaciones más graves, como la propagación de la infección al cuello o a la cavidad craneal.

Infecciones del seno maxilar

Las infecciones del seno maxilar, también conocidas como sinusitis maxilar, ocurren cuando los senos paranasales ubicados en las mejillas (seno maxilar) se infectan debido a la acumulación de bacterias, virus u hongos. Esta condición puede ser dolorosa y, en algunos casos, estar relacionada con problemas dentales, debido a la proximidad de los dientes superiores a los senos maxilares.

Tipos de infecciones del seno maxilar:

  1. Sinusitis maxilar aguda: Es una inflamación repentina de la mucosa del seno maxilar, generalmente causada por infecciones virales, bacterianas o, en raros casos, fúngicas. Suele durar menos de cuatro semanas.
    • Síntomas: Dolor o presión en las mejillas, congestión nasal, secreción nasal espesa y purulenta, dolor de cabeza, fiebre, mal aliento, disminución del sentido del olfato y dolor dental en los molares superiores.
  2. Sinusitis maxilar crónica: Ocurre cuando los síntomas duran más de 12 semanas, incluso después de recibir tratamiento. La causa puede ser infecciosa o no infecciosa, como alergias o irritantes ambientales.
    • Síntomas: Similar a la sinusitis aguda, pero los síntomas son más leves y persistentes, con sensación de presión facial, congestión nasal prolongada, secreción nasal continua y dolor facial leve.
  3. Sinusitis odontogénica: Es una infección del seno maxilar causada por un problema dental, como una infección en los dientes superiores (molares o premolares) que se extiende a los senos maxilares. La proximidad de las raíces dentales al seno maxilar facilita esta propagación.
    • Síntomas: Dolor dental o maxilar, mal aliento, congestión y secreción nasal, y, a veces, salida de pus a través de la nariz o la boca.

Causas comunes:

  • Infecciones virales: Los resfriados o infecciones respiratorias suelen ser el origen de la sinusitis maxilar aguda.
  • Infecciones bacterianas: Cuando la sinusitis viral no mejora, puede desarrollarse una infección bacteriana.
  • Problemas dentales: Las infecciones dentales, como abscesos o infecciones de las raíces de los dientes, pueden propagarse al seno maxilar.
  • Alergias o irritantes ambientales: La exposición a alérgenos o contaminantes puede causar inflamación crónica en los senos maxilares.
  • Anomalías estructurales: Desviaciones del tabique nasal o pólipos nasales pueden bloquear los senos y predisponer a infecciones.

Síntomas:

  • Dolor y presión facial: A menudo en las mejillas, debajo de los ojos.
  • Dolor de cabeza: Especialmente en la frente y los lados de la nariz.
  • Congestión nasal: Sensación de obstrucción en la nariz.
  • Secreción nasal: Moco espeso, amarillo o verde.
  • Dolor dental: En los dientes superiores, debido a la proximidad al seno maxilar.
  • Fiebre y fatiga: En algunos casos de infección aguda.
  • Mal aliento (halitosis): Asociado con infecciones bacterianas.

Diagnóstico:

  • Examen físico: Un médico examina el interior de la nariz, busca inflamación y secreción anormal.
  • Imágenes: Se pueden realizar radiografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM) para evaluar los senos maxilares y detectar infecciones o bloqueos.
  • Pruebas dentales: Si se sospecha que la sinusitis es odontogénica, un examen dental puede identificar infecciones en los dientes que puedan haber provocado la sinusitis.

Tratamiento:

  1. Antibióticos: Para sinusitis bacteriana. No se recomiendan en infecciones virales.
  2. Analgésicos y descongestionantes: Para aliviar el dolor, la presión facial y la congestión nasal.
  3. Irrigación nasal con solución salina: Ayuda a limpiar los senos y reducir la inflamación.
  4. Cirugía: En casos crónicos o cuando hay una obstrucción, puede ser necesaria la cirugía para drenar los senos maxilares o corregir problemas estructurales.
  5. Tratamiento dental: Si la infección se debe a un problema dental, es fundamental tratar el diente afectado, ya sea mediante una endodoncia o extracción.

Complicaciones:

Si no se trata, la infección del seno maxilar puede propagarse a otras áreas, como los ojos o el cerebro, lo que puede provocar complicaciones graves como la celulitis orbitaria o la meningitis.

En conclusión, las infecciones del seno maxilar pueden ser dolorosas y debilitantes, pero con el diagnóstico y tratamiento adecuado, generalmente se resuelven sin complicaciones. Las infecciones odontogénicas requieren atención dental especializada para evitar su propagación.